viernes, 5 de marzo de 2021

EL FRUTO DEL ESPÍRITU. AMOR

Por Iris Acosta

BASE BÍBLICA

Gálata 5:22-23, Cartas de Juan

INTRODUCCIÓN

¿Has cuidado un árbol o una planta? ¿Podrías contarme qué cuidados necesita?

Los árboles y las plantas necesitan cuidado para crecer.

¿Conoces los árboles frutales? Ellos, al igual que cualquier otro árbol, también necesitan de cuidados y según el cuidado que tengan darán un buen o un mal fruto, pueden ser atacados por plagas, por la sequía, por el exceso de agua, etc. Un árbol frutal necesita de una justa medida de sales minerales en la tierra, del agua necesaria y la luz para crecer fuerte y dar el resultado esperado… un buen fruto.

Tú y yo nos parecemos a estos arbolitos ¿lo sabías?

DESARROLLO

Piensa en una naranja, has visto que ellas se dividen en gajos, cada uno de los gajos de la naranja conforman una naranja completa, un gajo solo, es naranja, pero no es una naranja completa, necesita estar junto a todos los otros gajos para que el fruto sea lo que es, UNA NARANJA.

La biblia nos habla de un fruto muy especial, llamado FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO, él se parece a una naranja, no por su sabor, ni su color, sino porque este fruto al igual que una naranja se compone de varias partes, tal como la naranja tiene varios gajos. El fruto del Espíritu es el resultado del cuidado que tenemos en nuestra relación con Dios, así como cualquier árbol frutal para dar un buen fruto necesita de ciertos cuidados, nuestra vida espiritual, la relación que construimos día a día con Dios, debe tener cuidados para que este particular fruto crezca en nuestras vidas, es este fruto la evidencia de la intimidad que tenemos con nuestro Buen Dios.

Hoy te quiero presentar la primera parte o característica del fruto del Espíritu Santo.

AMOR, quizás cuando escuchas esta palabra piensas en corazones y personas declarándose cuanto se aman. Pero el amor que es parte del fruto del Espíritu no tiene relación con el amor romántico, este amor tiene que ver con DECISIÓN, cuando tú decides amar a otro, incluso cuando ese otro no te ama a ti, suena difícil ¿no?

Entre los discípulos de Jesús había uno llamado Juan, uno de sus seguidores más cercanos mientras Jesús estuvo en la Tierra. Él vio cómo Jesús enseñaba acerca del Reino de Dios a las personas que lo seguían, pero también fue un testigo de cómo Jesús amaba a todas las personas. Esto último, al parecer, impactó mucho a Juan, ver cómo Jesús amaba a las personas aun cuando ellas no lo amaban a Él, cómo amaba a aquellos que nadie más amaba, vio cómo Jesús entregaba su amor sin condiciones. Cuando Jesús se fue de la Tierra, Juan se dedicó a enseñarle a otros acerca de Jesús y escribió algunas cartas dirigidas a seguidores de Jesús, donde les hablaba de un tema muy especial EL AMOR. En esas cartas Juan escribe de lo importante que es vivir el amor que viene de Dios, un amor muy diferente al amor que ama bajo algunas condiciones o que ama, pero sin hacer nada por el prójimo. Dios ha decidido amarnos y su amor es sin condiciones y lo lleva a la acción, este es el amor que Él desea que practiquemos, nos motiva a hacer el bien a quienes nos rodean.

Cuando Dios vio que la humanidad estaba perdida a causa del pecado, no se quedó en un “sentimiento”, ideó un plan para salvarnos. Su amor hizo que fuera capaz de dar a su único Hijo para salvarnos. Jesús murió en la cruz por amor a nosotros.



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CONCLUSIÓN

Este es el amor que Dios nos invita a experimentar y practicar, un amor que se decide y que nos lleva a actuar a favor a de otros. El amor que la mayoría de las personas conoce, espera algo a cambio, pero amor de Dios es totalmente desinteresado. El amor de Dios es DAR LO MEJOR DE NOSOTROS PARA EL BIEN DE OTROS.

ENLACE

Esta es la primera parte o características del Fruto del Espíritu, si el amor de Dios vive en ti, verás como muchas otras características del Fruto del Espíritu aparecerán en tu vida. En la próxima clase conoceremos una de ellas.

MIRA LA LECIÓN COMPLETA EN https://www.youtube.com/watch?v=0uCtWRSAWPI&t=1654s