BASE BÍBLICA
Gálata 5:22-23, Romanos 8:28, Génesis 37 - 50
INTRODUCCIÓN
- Lleve un reloj a la clase.
El tic tac del reloj se escucha minuto a minuto, un minuto no pareciera ser mucho tiempo, pero cuando tenemos prisa por algo, ese tic tac pareciera ser eterno. ¿Les ha pasado que quieren hacer algo que les gusta y es a cierta hora y el reloj nos da la impresión que no avanza?
En la naturaleza hay un animal que nos da una gran lección acerca de esto, ese animal es el cocodrilo, cuando no hay muchas presas para cazar, el cocodrilo puede estar sin comer hasta una semana, y como su energía ya no es la misma al no tener comida en abundancia, es muy inteligente y la dosifica, buscando una super estrategia para conseguir alimento. Se pone bajo una cascada y ahí abre su boca y pacientemente espera a que algún pez caiga en ella, de esta manera no se desgasta yendo tras la presa y puede satisfacer su apetito, todo lo que debe hacer es esperar y esto puede llevar a veces mucho, muchísimo tiempo.
DESARROLLO
¿Te ha pasado que cuándo faltan pocos días para tu cumpleaños, pareciera que los días avanzan más y más lentos? ¿O en el mismo día de tu cumpleaños te da la impresión que el reloj no corre con la velocidad de otros días y pareciera que nunca llega la hora de la celebración? Esperar no es sencillo y aunque es difícil, el cocodrilo nos demuestra que sí se puede.
El Fruto del Espíritu que hemos estado descubriendo en las últimas clases nos ha revelado lo importante que es desarrollar el amor, el gozo, la paz. Y la paz hoy nos trae de su mano, la paciencia.
La paciencia es la capacidad de esperar ¿pero qué es lo que debemos esperar? Hay un hombre en la biblia que nos demuestra que aún cuando no es sencillo, la paciencia es una característica del Fruto del Espíritu que podemos vivir.
José fue un hombre que vivió muchas experiencias donde la paciencia fue su aliada. Siendo muy joven, a raíz de la envidia de sus hermanos, fue vendido como esclavo, al ser vendido fue llevado a otro país. Esta tragedia podría haber justificado el que José se enfadara con Dios, porque él amaba a Dios y le servía con fidelidad, pese a esto le había pasado esta situación tan mala, sin embargo José esperó en Dios y decidió confiar en Él no lo abandonaría.
Estando en Egipto, José servía como esclavo en la casa de un egipcio y en ese lugar fue victima de una trampa tramada por la esposa de su amo y por esta injusticia fue llevado a la cárcel, parecía que todo iba de mal en peor, tal vez ahora sí José decidiría dejar de seguir a Dios porque las cosas no estaban resultando a su favor, sin embargo una vez más José decidió esperar en Dios y confiar en que Él no lo abandonaría.
Gracias a un regalo que Dios le había dado a José, una capacidad especial para descubrir el significado de los sueños, salió de la cárcel, ya que pudo interpretar un sueño de Faraón, el rey de Egipto, y por esta habilidad, Faraón lo puso en un puesto muy alto, de hecho se convirtió en la segunda persona más poderosa de Egipto. Pero todo esto que te he contado en un par de minutos, no ocurrió en una semana, ni un par de meses, todo esto que vivió José, fueron años, en donde tuvo que aprender a esperar en Dios, creyendo que a su tiempo Dios daría una salida a todas las injusticias de las que había sido victima. Tal vez en muchas ocasiones, José tuvo el deseo de hacer las cosas por su cuenta, tomar la justicia por sus manos, pero se resistió a esos deseos y prefirió esperar a la respuesta que Dios tendría para lo que estaba pasando con su vida.
En esa espera que fueron años, José aprendió a perdonar a sus hermanos y cuando se reencontró con ellos, pese a que él era mucho más poderoso y podría haber tomado venganza por haberlo vendido como esclavo, él fue capaz de perdonarlo, esperando en Dios, José fue preparado para el momento en que su corazón sería puesto a prueba y logró ser aprobado por Dios a quién él había decidido servir y amar con toda su vida.
Cuando nosotros somos victima de alguna injusticia o estamos en medio de un problema, a veces en vez de esperar en Dios y confiar en que Él es quien nos puede ayudar en situaciones difíciles, nos adelantamos y por apresurarnos vemos que nuestro problema se agranda aún más, pero cuando esperamos, aunque nos parezca una eternidad, confiando en que Dios es la persona que puede darnos la mejor solución a lo que estamos viviendo, veremos cómo el resultado siempre será mejor, aún cuando no sean los planes que nosotros teníamos.
También hay ocasiones en que nuestra paciencia la vemos puesta a prueba con quienes nos rodean, actitudes de otras personas nos alteran y nos cuesta esperar el que el otro pueda cambiar o deponer esa actitud que nos afecta a nosotros, pero si tu amas a quienes te rodean, si en ti hay felicidad, si vives en paz, verás como el ser paciente con quienes están a tu alrededor, será mucho más sencillo.
CONCLUSIÓN
Ser paciente no es no hacer nada, muy por el contrario, es hacer mucho, es hacer lo más difícil, es poner toda nuestra confianza en Dios y tener la seguridad que Él siempre tendrá la mejor respuesta para aquel problema o dificultad que estamos viviendo. Ser paciente con quienes nos rodean es consecuencia de ser personas que aman, que son felices y que viven en paz. En todo esto vemos que la paciencia es la fe en acción, es la capacidad de esperar aún sin ver los resultados en el tiempo que nosotros deseamos.
ENLACE
¿Quieres saber cuál es la quinta característica del Fruto del Espíritu? Bueno, PACIENCIA, la próxima clase lo descubrirás.
MIRA LA LECCIÓN COMPLETA EN https://www.youtube.com/watch?v=UJtBw_YVjXo&list=PL05X-n3K2jpnlNKzqLPytxZUfBxKYYZVk&index=19