martes, 30 de noviembre de 2010

MISIONES. TEMPLE GAIRDNER

Temple Gairdner nació en una rica familia de Escocia en 1873. En 1882, a la edad de 9 años, fue enviado para asistir a una escuela privada para prepararse y más tarde estudiar en la universidad de Oxford. Cuando su hermano más joven súbitamente murió durante el segundo año de Temple en Oxford, comenzó a pensar sobre la trivialidad de tener una vida exitosa, de popularidad y las muchas cosas que él había valorado antes. A partir de entonces estuvo decidido a seguir a Dios a donde El le llamara.

A finales del año escolar de 1893, Temple asistió a un congreso de estudiantes y escuchó testimonios de lo que otros estaban haciendo por Cristo. En su corazón la pregunta surgió: ¿qué has hecho? ¿qué vas a hacer? Al día siguiente se incorporó a la Unión Misionera de Estudiantes Voluntarios, declarando su disposición para servir como misionero.

Gairdner trabajó fuertemente para prepararse para la labor de vida. Estudió árabe y lo dominó tan bien en seis meses, que podía leer y enseñar, incluso, este idioma. Su profesor de árabe comentó orgullosamente: “él se hizo más egipcio que los propios egipcios”.

En 1897, cuando tenía 24 años de edad, su solicitud como candidato misionero fue presentada a la Sociedad Misionera de la iglesia. Fue asignado a El Cairo, y debido a su educación y posición social, las instrucciones para él decían: “Usted ha sido designado para formar parte del Sr. Douglas Thornton en El Cairo para realizar un trabajo especial… entre los estudiantes y otras personas de las clases educadas de los musulmanes”.

“Es al Islam que yo voy, no a un segmento o clase social en particular. Mi meta es convertirme en un profesor de árabe, y tal vez, ayudar a crear literatura cristiana en ese idioma y así llegar al corazón del problema del Islam”.

Así fue que en 1903, Temple Gairdner, con su amigo Douglas Thornton, comenzaron una gran campaña literaria para Cristo en El Cairo. En su visita autorizada en 1904, habían pedido la aprobación de su misión para comenzar, con la ayuda de Thornton, un departamento de literatura y la publicación de una revista semanal explicando la fe cristiana. El primer número titulado, De Oriente a Occidente, apareció en 1905. En pocos años su circulación aumentó a 3 mil en 14 países musulmanes.

Justo el año anterior, Temple Gairdner se había casado con su novia de la infancia. No fue fácil para su novia, renunciar a su privacidad pocos meses después de su boda cuando se decidió que los Thorntons y los Gairdners se tendrían que mudar a una casa para vivir juntos.

En el salón recibían a los estudiantes y a los funcionarios del gobierno, y tenían reuniones en inglés y árabe. A menudo, los musulmanes hostiles perturbaban estas reuniones y los muebles eran destrozados. Gairdner amaba a esta gente incondicionalmente y se entregó por quienes lo rodeaban, incluso, aunque tuviera que pagar un precio doloroso o desagradable.
Temple Gairdner escribía constantemente. Amaba el drama y escribió varios guiones basados en narrativas bíblicas, haciendo música para acompañar las dramatizaciones. Además sobresalía como músico.

Se decía de él que la mejor cosa que hizo fue crear “un grupo de egipcios, sirios y europeos dentro de una iglesia, en cuyas vidas… el Cristo que él enfatizó se había convertido en un bien precioso e integral”.

Cuando en 1927, Gairdner escribió a su hijo “hoy tuve fiebre”, estas palabras marcaron el inicio de una enfermedad que le costó la vida siete meses después. Incapaz de estar inactivo, tomó su pluma y escribió poesía árabe, rimas sencillas para los niños de la calle, historias del evangelio en verso e himnos en árabe. Murió en El Cairo al siguiente año con sólo 55 años de edad. Lo que una vez Gairdner escribió de su amigo y colega D.M. Thornton, podía haberse dicho de él mismo. “El fue un hombre que entendió Egipto y a los egipcios, un verdadero amigo de la gente”. Desde que dijo, “es al Islam que yo voy”, nunca vaciló.