jueves, 1 de julio de 2021

EL FRUTO DEL ESPÍRITU. DOMINIO PROPIO

BASE BÍBLICA

Proverbios 25:28

INTRODUCCIÓN

Lleve a clase un vaso, una cuchara, un jarro con agua y un poco de aceite.

Ponga agua en el vaso (hasta la mitad) y un tercio rellénelo con aceite.

- Voy a mezclar estos dos elemento con esta cuchara, para que se junten y sean uno. Veamos que pasa.

Wow, el agua con el aceite se separaron, por más que revuelvo y revuelvo, cada uno vuelve a su lugar.

Esto pasa porque estos dos elemento tienen composiciones distintas, que nos les permiten mezclarse, el aceite es más liviano que el agua, por lo que siempre tendrá la tendencia de irse a la superficie y quedar sobre el agua, a esto se le llama una composición polar diferente. El agua y el aceite tienen muy bien definidos sus límites.

DESARROLLO

Para las personas ¿será tan sencillo como para el agua y el aceite, saber cuál es su límite? ¿Cuándo te ves envuelto en una discusión, sabes hasta dónde llegar sin caer en hacer algo malo?

Para nosotros parece no ser tan fácil el definir nuestros límites en nuestra forma de actuar, en especial cuando nos vemos enfrentados a situaciones que nos invitan a ir más allá. Como cuando alguien nos dice una ofensa y tenemos la oportunidad de responderle algo que también les herirá, ¿Qué tan sencillo es controlar nuestra lengua? O cuando mamá compra galletas y las deja en la mesa, con la advertencia que serán para la hora del té, ¿Qué tan fácil nos es lidiar con la tentación de sacar una a escondidas? 

Tener claridad en nuestros límites, es tener autocontrol o dominio propio, la capacidad de controlar nuestros malos deseos. Por nuestras propias habilidades, parece que esto es imposible. 

Hay un lugar en el mundo donde se juntan el océano pacífico y el océano atlántico, lo asombroso de este lugar es que estos dos océanos no se mezclan, cada uno respeta su límite, esto es por alguna corrientes y características que tiene cada uno de estos océanos. Y nosotros sabemos que el Creador de esos océanos es Dios, por lo tanto él los diseño de tal forma, que hace que estos dos océanos permanezcan en su lugar, aunque no hay una muralla que los separe o una cadena de montañas, etc.

Si Dios permite que los océanos respeten sus límites, ¿podrá ayudarnos a nosotros a respetar nuestros límites?

Cuando tú no controlas tu carácter dice la biblia que eres como una ciudad sin protección, una ciudad sin protección es vulnerable ante sus enemigos y en nuestro caso, nuestros enemigos son nuestros malos deseos, por lo tanto cuando tú no controlas tu carácter, dejas abierta la posibilidad para que el enojo, el rencor, la burla y otras tantas malas cosas, se alojen en tu corazón y comiencen a crecer en él.

Hubo nombre llamado Esteban, quien amaba a Dios y le servía, después de que Jesús retronó al Cielo, uno de los seguidores que continuó predicando el evangelio era Esteban e incluso hacía milagros en el nombre de Dios. Los religiosos de la época se molestaron con Esteban por estar hablando acerca de Jesús como Salvador y le hicieron un juicio injusto, donde a través de mentiras lo declararon culpable y le dieron un castigo terrible. 

Esteban podría haberlos ofendido por su mal actuar o haberle pedido a Dios que les hiciera daño, pero Esteban tomó otra opción, dice la biblia que mientras recibía el injusto y cruel castigo que le dieron los religiosos de esa época, él miró al Cielo y le pidió a Dios que perdonara a esas personas.

Yo creo que Esteban debe haber estado molesto por la injusticia que se estaba cometiendo, pero no permitió que la ira o el enojo lo dominara, ni siquiera el rencor, el se autocontroló y eso le permitió mirar con misericordia, con amor, con paciencia, con bondad y humildad a quienes lo estaban agrediendo.

Cuando una persona está llena de Dios, habla con Él, estudia su Palabra, su vida se verá afectada y la forma de enfrentar cada situación será muy diferente a como lo harías sin Dios.











CONCLUSIÓN

El dominio propio es una consecuencia de todas las anteriores características que hemos visto del fruto del Espíritu y si Dios puede poner límites a los océanos, imagina cuando nos puede ayudar a nosotros a poner límites nuestra vida.

MIRA LA LECCIÓN COMPLETA EN https://www.youtube.com/watch?v=6NxfsoR0pR0&t=709s